Dia 6
El Tribunal reabrió el debate a las 10,45hs del día 29 de septiembre. Nuevamente, como sucediera en la jornada anterior, en presencia de los imputados Musa Azar, Tomás Garbi y Ramiro López, declararon los testigos: Raúl Osvaldo Coronel, Héctor Orlando Galván, Andrés Dickiara, Jorge Rosemberg y Gustavo Emilio Urtubey.
El relato del primero de ellos Raúl Osvaldo Coronel, a propósito de su detención en inicios del año 1975 por el grupo de represores en esta provincia a las órdenes de Musa Azar, recuperó en una apretada síntesis el modo en que operaba dicho grupo de tareas, en el marco del terrorismo de Estado. Detenido por Garbi en su domicilio, sin orden de allanamiento, llevado a la DIP, interrogado y torturado en presencia del propio Musa Azar. Más tarde y ante Juez Federal (en su caso Dr. Grand y Secretario Lopez) presionado a firmar declaración ya preparada de actividades ilegales, puesto a disposición del PEN (Poder Ejecutivo Nac.) pese al dictado de falta de mérito y llevado al Penal de Varones. Allí y a partir de su legalización, un nuevo circuito se ponía en funcionamiento: con frecuencia y en diversas oportunidades y horarios los presos políticos eran sacados y llevados nuevamente a la DIP por el propio Ramiro Lopez y Bustamante, torturados por éstos e interrogados por Musa Azar.
Por referencia a la causa que se investiga recordó la llegada de Mario Giribaldi y Cecilio Kamenetzky al Penal de Varones, aproximadamente en septiembre del 76. Mario les contó los tormentos sufridos en un campo de concentración en Tucumán, donde habría visto a Figueroa Nieva. Cecilio, a su vez, les dijo que había sido torturado por Lopez y Garbi, quienes lo acusaban de judío y comunista.
Expresó además, muy emocionado,_” Cecilio está clamando justicia, quería un mundo mejor, una persona que tenía tanto para dar y su vida fue cegada”_
Hizo referencia también al sacerdote que les diera misa, pidiendo por el regreso de Cecilio con vida al Penal después de su último traslado a la DIP,, cuando ya hacía días que estaba muerto. Finalmente señaló, que pese a no tener militancia ni política, ni sindical, sufrió persecución y cárcel. Y que su familia fue objeto de constantes amenazas mientras estuvo detenido.
Testimonió seguidamente el Sr. Héctor Orlando Galván quien, muy conmovido por los recuerdos que vienen a su memoria, dejó establecido de entrada ante el Tribunal, que no teniendo participación en política, ni causa de detención, pagó por lo que no hizo.
Su secuestro se produjo en horas de la noche, de la vereda de su domicilio familiar, por Garbi y otros, en un automóvil Chevi , color verde metalizado. Ya en la DIP pusieron en práctica el mismo circuito de apremios ilegales detallados por el testigo anterior. Reconoció a Musa, Ramiro Lopez, Garbi y Marino. Vio a un pariente suyo muy lastimado. Pero, en su caso, no fue legalizado sino trasladado por Ramiro Lopez a Tucumán en el mismo Chevi, a un campo de concentración (posiblemente Arsenales), junto a Mario Giribaldi, su compañero del Bachillerato Humanista.
Rememoró que allí tenían turno y horario de tortura, que lo picanearon todos los días durante un mes y medio. En una oportunidad, cuando le cayó la venda por efecto de una patada de su torturador pudo ver un salón grande con mujeres, viejitas y todo tipo de gente. Un noche llevaron a otro santiagueño, el soldado Concha, que fue desnudado y golpeado. Luego, trasladado con otras personas en un camión a otro lugar, a una media hora de viaje, los metieron en un galpón, en una especie de huecos, todo en medio de griterío y llanto de mujeres. Había embarazadas. Por noche sacaban a 7 u 8 personas para matarlas. Sólo comían una vez por día, cáscaras de naranja y de mandarina. Los guardias volvían alcoholizados y los golpeaban. Llegó a ser colgado de los brazos hasta que le salieron, vio a otros quemados en las axilas por la tortura, también había a quienes los enterraban con la cabeza afuera De este campo de concentración primero los sacaron a Giribaldi y a su cuñado, pensó que los mataban. Más tarde lo liberaron a él, lo sacaron en un Peugeot 504 del Ejército, para que pasara los distintos portones de acceso, circularon por una autopista y ya en la ciudad de Tucumán decidieron dejarlo cerca de una Peatonal recomendándole_ “Si te preguntan si has visto algo, no has visto nada”_ Los transeúntes lo miraban horrorizados por el aspecto que tenía. Una comisión policial lo llevó a la Jefatura dónde le dieron un salvoconducto para pasar la caminera y volver a su provincia. Su familia se resistía a creer que estaba vivo.
Siguió en libertad vigilada y tuvo que ir 2 veces a la DIP, citado por Musa Azar, quien le pedía información sobre un amigo Gomez. Como temía ser nuevamente secuestrado asistía acompañado por toda su familia.
También reseñó todas las presentaciones hechas ante el Juzgado Federal y solicitó al Tribunal remitirse a su legajo personal, elaborado por el D2, para corroborar que todo lo referido figuraba allí, incluso con algunas anticipaciones en fechas de los hechos relatados.
Por último peticionó ante el Tribunal seguridad y protección para él y su familia.
Los testimonios siguientes se refirieron a cuestiones muy puntuales vinculadas al caso objeto de indagación por este Tribunal Oral y Público. Tal fué el relato de Andrés Dickiara sobre su hermano Daniel Enrique, secuestrado el mismo día en que es detenido Cecilio Kamenetzky., en agosto de 1976 y que continúa desaparecido. Contó que pese a las numerosas y reiteradas gestiones de sus padres para averiguar su lugar de detención, nunca obtuvieron respuesta ni de parte de la DIP, ni del Regimiento, ni de la Policía Federal. El Juez Federal Liendo Roca nunca respondió a los habeas corpus presentados. El único dato que dice de la presencia de su hermano Daniel en la DIP fue una camisa de Daniel que Cecilio K. da a lavar a su hermana cuando lo tuvieron en esa dependencia. Enterado su padre de ello volvió a insistir ante Musa Azar por el paradero de su hijo, obteniendo una vez más respuestas negativas. Agregó que su hermano el día anterior al de su secuestro le comentó que Ramiro Lopez y Bustamante lo estaban siguiendo, que incluso habían estado en su lugar de trabajo. Indicó finalmente y a pedido de la querella detalles de identificación de la camisa en cuestión. Dijo_ “negra, con vivos”.
Por su parte, el testigo Jorge Rosemberg, manifestó haber conocido a Cecilio Kamenetzky cuando era estudiante de la Universidad Católica de Sgo. del Estero ( cuando ésta aún funcionaba en el Bachillerato Humanista), que fue su Jefe de Trabajos Prácticos en una de las disciplinas de la carrera de abogacía que estaba cursando. Que lo recuerda muy bien porque en un examen quedó impactado por la inteligencia de Cecilio, con apenas 17 o 18 años de edad. En esa ocasión, dijo _ “no dio un examen sino una clase”_, yo pensé en ese momento, continuó diciendo_ Cecilio era un intelectual a los 18 años. Tenía lecturas muy avanzadas para su edad.”_ Preguntado por la querella sobre si era o no peligroso respondió que no lo era. _”Cecilio me daba la imagen de un humanista, vinculado a los temas públicos e institucionales. Me parecía que era un muchacho agnóstico y no profesaba ni lo judío, ni lo católico”.
El último en testimoniar en esta jornada fue el Sr. Gustavo Emilio Urtubey. Relató que de regreso de un viaje a Tucumán, luego de 15 días de comisión en apoyo al operativo Independencia como piloto de helicóptero, observó varios autos estacionados, un Ford Falcon, un Peugeot amarillo, un Torino blanco, que lo siguieron cuando se trasladaba a su casa, razón ésta que lo motivó a dirigirse a la DIP para hablar con Musa Azar sobre este particular, sin ser atendido. Ya de regreso a su domicilio, se apagaron las luces de los alrededores y fue secuestrado en 1976, junto a un compañero que se encontraba con él. Los metieron en un Ford Falcon hasta Lavalle, antes de llegar lo pasaron al baúl de un Peugeot ( su compañero fue abandonado en el lugar) y de allí lo llevaron a Tucumán. Vendado y atado lo ingresaron a un edificio cerca del aeropuerto viejo de esa ciudad. Permaneció allí unos 60 días, lo torturaron, entró con 80 kg. y salió con 42 kg. Lo interrogaron sobre su actividad de piloto de helicóptero, porque decían que operaba uno de la guerrilla y como él era el único que estaba en la zona creyeron que era el suyo. Cuando constataron el número de horas que él acreditaba en su máquina, lo dejaron en libertad, de noche, cerca del dique El Cadillal, semidesnudo y descalzo. Lo recogió una camioneta de la policía que lo condujo al Regimiento donde le tomaron declaración. Un primo que vivía en Tucumán fue a buscarlo y lo llevó con su familia. En esos días su hija fue secuestrada.
Interrogado por la querella indicó que los que lo secuestraron estaban armados con ametralladora, dos con pistolas, vestidos de civil. A pedido de la defensa precisó que la orden de ir a Tucumán en apoyo al operativo Independencia le fue dada por su Director Teniente Coronel J. Carlos Diego. Y que éste dependía de la Secretaría de la Gobernación de Santiago del Estero. Agregó que estuvo estacionado en Simoca, pero que nunca voló.
El único testigo convocado para el día de la fecha que no compareció fue el Sr. Marcelo Bustos Arias por encontrarse fuera de la provincia. La defensa insistió en su comparencia y solicitó sea traído por la fuerza pública si fuera necesario. El Tribunal teniendo presente la demanda de la defensa, anunció que comunicará su resolución al respecto en la jornada del día jueves 30. En igual sentido procederá con lo peticionado por la querella a través del Dr. Carabajal ( y con la oposición de la defensa), sobre incorporación de la carpeta del Sr. Galván confeccionada por el D2. También pasó revista a la nómina de testigos convocados para la próxima sesión, dando por finalizado el debate a las 14 hs. aproximadamente.
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Más testimonios dieron cuenta de como funcionaba el DIP
Dia 5
A las 11 hs. del día martes 28 de Septiembre se reanudaron las audiencias del Juicio Oral y Público por delitos de lesa humanidad en nuestra provincia.
Un dato destacable lo constituye el hecho de que en esta ocasión los imputados decidieron presenciar la audiencia, a diferencia de lo acontecido en sesiones precedentes.
En primer término por Secretaría se comunicó el desistimiento de los siguientes testigos: Alcira Chavez y Gustavo Urtubey. La defensa se opuso para el segundo de los nombrados y la situación quedó pendiente de ser definida por el Tribunal.
El primer testigo convocado fue Raul Enrique Figueroa Nieva, quien expuso detalladamente las circunstancias en que fue detenido y las ocasiones en que pudo ver a Cecilio Kamenetzky y a Mario Giribaldi, durante los traslados para ser sometido a interrogatorios en el local de la DIP, como también en el Penal de Varones. En su testimonio dio cuenta del lamentable estado de los prisioneros como consecuencia de las sesiones de tortura a que eran sometidos sistemáticamente con el objeto de arrancarles confesiones sobre su participación en actividades políticas. A propósito de esto afirmó haber pertenecido al PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores), hecho respecto del cual diera oportunamente testimonio. Recordó además situaciones llamativas para él en su condición de detenido, tales como haber sido dejado “aparentemente” solo en más de una oportunidad, sin esposar, sin vigilancia visible y hasta en proximidad de las armas del policía que lo trasladaba, circunstancias éstas que fueron interpretadas como la búsqueda de excusas por parte de los policías para favorecer un intento de fuga y así poder eliminarlo con ese motivo. Contó también que de todo lo acontecido puso en conocimiento al Juez Federal Dr. Grand, sin resultados.
Detalló haber visto a los detenidos Pedro Ramirez, Luis Garay, Carlos Lopez, Osvaldo Corvalán, Ruben Jantzon, Domingo Perié en el local de la DIP. Asimismo identificó a Musa Azar , Ramiro Lopez, Baudano, Roberto Díaz y Noly Garcia como parte del personal que se movía en la DIP.
El siguiente testigo fue el Sr. Marcos Vizozo, quien recordó a Cecilio Kamenetzky como un inolvidable amigo de su juventud y señaló sus virtudes personales. Cuando fue preguntado acerca de si Cecilio Kamenetzky podía ser considerado una persona peligrosa, Vizozo visiblemente conmovido dijo _“Era una de las personas más buena y pacífica que he podido conocer. Una persona de conceptos claros pero no invasivos. Cuando exponía sus ideas lo hacía con convicción, sin atacar a nadie. Cecilio era una persona frágil en su contextura física, pero era poderoso intelectualmente. Quienes lo conocimos compartimos hoy su ausencia, pero también su esencia que era su bondad.
A continuación, la defensa dio a conocer un incidente con Maria José Lopez, quien habría sido hostilizada por asistentes a las audiencias. Pidió garantías, a lo que accedió el Tribunal.
Por su parte, la defensa de Musa Azar solicitó demorar la comparencia de la testigo siguiente para permitir a su defendido se expresara públicamente respecto de la misma, en un claro intento por descalificar o restar credibilidad a su testimonio. Así manifestó que la testigo Delia Miryam Carreras fue su amante, que desconocía lo que ocurría en la DIP por ser policía de calle y que su testimonio era producto de despecho afectivo.
Pese a esto y con las enérgicas protestas de la querella, la Sra Carreras ofreció un testimonio en el que puso en evidencia su acabado conocimiento de las instalaciones y funcionamiento de la DIP, dependencia de la que formaba parte, prestando servicios en la Secretaría de Prensa. Detalló su actividad en esa función: leer diariamente los periódicos y seleccionar subrayando con color las noticias que su Jefe Musa Azar podía considerar de interés: todas aquellas que se refirieran a actividades políticas o sindicales, así como a personas involucradas en éstas. Dijo que con esta información Musa leía de los diarios sólo lo señalado. Y que la información así obtenida era usada para confeccionar carpetas y legajos de las personas e instituciones involucradas. Contó haber participado en pesquisas y seguimiento de personas, entre ellas a Cecilio Kamenetzky. Relató, además, que Cecilio como Mario Giribaldi cuando eran traídos del Penal a la Dip llegaban bien, pero que al cabo de unos días su estado ya no era el mismo, eran castigados, torturados, golpeados, vendados, esposados. Que Ramiro Lopez como Garbi se ocupaban personalmente “de los peces gordos” como ellos decían. También Bustamante, Corvalán y otros. Que tenían armas de caño largo Itakas, más la pistola reglamentaria. De la custodia del edificio se encargaba personal de Guardia, pero de algunos detenidos lo hacía Ramiro Lopez, Garbi, Corvalán, Brau. No era común que se quedaran de noche a cuidar detenidos. Agregó que le pareció muy raro que hubiera mucho movimiento en vísperas de la muerte de Cecilio Kamenetzky, que Musa recibió llamadas telefónicas muy largas ese día, que Ramiro Lopez quedó custodiando a Cecilio esa noche, que los veía como muy preparados, excitados, nerviosos. Consideró que no era posible escapar del sótano dónde se encontraban. Recordó entre los vehículos que usaban para los traslados un Peugeot amarillo.
Acto seguido la defensa del acusado Musa Azar planteó que sería el propio imputado quien interrogaría a la testigo. Esto fue objetado por la querella dado que lo actuado sucedió al amparo de una organización de poder como fue el terrorismo de Estado. Como la testigo tampoco aceptó responder al interrogatorio del imputado y dada la insistencia de la defensa con planteo de hacer formal presentación de reserva del caso federal, el Tribunal decidió pasar a cuarto intermedio para considerar lo peticionado por la defensa y resolver sobre la cuestión.
Reabierta la sesión, por Secretaría se dio lectura a la resolución del Tribunal que hizo lugar al pedido de la defensa, autorizando el interrogatorio a la testigo por el acusado Musa Azar, previa evaluación de la pregunta por parte del Tribunal. En esta oportunidad, la Sra. Carreras volvió a afirmar que las órdenes siempre las daba el Jefe Musa Azar, negando toda relación personal con el mismo. Ya en el final de su testimonio expresó lo siguiente: _” en el año 74 ingreso como empleada, tenía 18 años. Y al año, cuando detienen a Cecilio Kemenetzky no entendía bien lo que pasaba. No he sido personal de calle y si estoy aquí es porque me he sentido capaz de declarar y decir lo que he visto_ Agregó por último, mirando hacia los acusados _ Que no se olviden de todos los muertos que llevan encima y que esto se termine de una vez._.”
Seguidamente compareció Arias, Mario Alfredo, oficial ayudante de policía, hoy retirado, con desempeño como personal administrativo de Legajos y Archivos de la DIP. Por pedido de la querella, a través del Dr. Carabajal, rememoró lo acontecido en dicha dependencia la noche del 13 de noviembre de 1976. Comisionado para suplir la ausencia de personal de Guardia tuvo que quedar esa noche con otro compañero Pedro Ledesma. Tendrían a su cargo el servicio de guardia nocturno. De los detenidos se ocupaban Ramiro Lopez, Corvalán y Brau. En esas circunstancias sintió gritos de alto, corridas, tiros, perros, que lo impulsó a salir a la calle creyendo que se trataba de un copamiento al lugar. Llamó al Comando Radioeléctrico dando el alerta y al instante estuvieron todas las autoridades. El Juez se constituyó y labró acta de lo acontecido. Tenía 20 años y estaba choqueado. Era la primera vez que quedaba de guardia. Se hicieron presentes Jefes de Policía, Jefes de turno, de Departamento, Juez Federal, Jefe del Batallón Correa Aldana. Preguntado por la querella afirmó que los responsables de los detenidos en los fondos del edificio portaban escopetas Itakas y ametralladoras, pero manifestó no saber si les hicieron pruebas de parafina a los guardias. A pedido de la querella se leyó párrafos de su declaración indagatoria del año 85 para ayudarlo a hacer memoria de lo ocurrido. Sin embargo siguió afirmando que no recordaba lo de las pericias, ni lo de las pruebas de parafina a Lopez y Covalán como figuraba en su declaración. Reiteró, sí, que el Jefe era Musa Azar y el Subjefe Garbi.
El último testigo de la jornada en ser convocado fue Pedro Carlos Ledesma, exoficial, imputado en el Grupo 4 por detenciones ilegales entre otras acusaciones. Pese a la oposición de la defensa a que brindara testimonio en esta causa por estar imputado en otra también vinculada al terrorismo de Estado, el Tribunal resolvió que lo hiciera, por no existir incompatibilidad, al ser interrogado por una causa y hechos que no lo implicaban directamente. Esto es, por lo que vio como administrativo o guardia el día del homicidio de Cecilio Kamenetzky en la DIP. De inmediato, la reserva del caso federal fue planteada por los abogados de la defensa Barroco y Lindow.
En su relato el testigo dijo conocer a Cecilio K. como detenido en la DIP cuando lo traían del Penal, que estaba en la Guardia con Arias cuando sucedió el hecho de la muerte de Cecilio, como personal recargado. Que estaba en la Guardia del frente del edificio y que el hecho ocurrió en el fondo. Que allí estaban Lopez, Corvalán y otro, a cargo de dos detenidos traídos del Penal: Giribaldi y Kamenetzky. Que, como en un primer momento tuvo que custodiarlos, abrió la puerta de la habitación donde estaban los detenidos y los vio recostados en un colchón, esposados. Que luego fue relevado por Lopez , Corvalán y el acompañante. Ya en compañía de Arias, escuchó detonaciones, gritos de alto. Pensó que se trataba de un copamiento y le gritó a su compañero que pidiera refuerzos. Salió hacia la vereda y a su regreso a los pocos minutos ya estaban los refuerzos, toda la infantería, mucho personal policial, con y sin uniforme, Musa y Garbi presentes. Como no se dirigió al fondo manifestó no saber quien disparó. Expresó también que el Juez Federal le tomó testimonial. Por Secretaría y a pedido de la querella le fue leído el párrafo referido a autoría de los disparos de su declaración indagatoria del año 1985 y en la que adjudicara los disparos a Ramiro Lopez y Corvalán. Respondió que si figuraba en su declaración así debió ser. Añadió que no era usual que Lopez y sus compañeros quedaran encargados de la custodia, que sólo acontecía cuando mediaba una orden superior. Que la jefatura daba las órdenes y que esta era ejercida por Musa Azar y Tomás Garbi. Que los custodios de Cecilio K y Mario Giribaldi estaban armados con pistolas reglamentarias y que en la DIP había armas con seguridad: ametralladoras e itakas.
Finalizado dicho testimonio el Tribunal dio por concluida la jornada del día de la fecha y convocó para nueva sesión a realizarse el día miércoles 29 a las 10 hs.
A las 11 hs. del día martes 28 de Septiembre se reanudaron las audiencias del Juicio Oral y Público por delitos de lesa humanidad en nuestra provincia.
Un dato destacable lo constituye el hecho de que en esta ocasión los imputados decidieron presenciar la audiencia, a diferencia de lo acontecido en sesiones precedentes.
En primer término por Secretaría se comunicó el desistimiento de los siguientes testigos: Alcira Chavez y Gustavo Urtubey. La defensa se opuso para el segundo de los nombrados y la situación quedó pendiente de ser definida por el Tribunal.
El primer testigo convocado fue Raul Enrique Figueroa Nieva, quien expuso detalladamente las circunstancias en que fue detenido y las ocasiones en que pudo ver a Cecilio Kamenetzky y a Mario Giribaldi, durante los traslados para ser sometido a interrogatorios en el local de la DIP, como también en el Penal de Varones. En su testimonio dio cuenta del lamentable estado de los prisioneros como consecuencia de las sesiones de tortura a que eran sometidos sistemáticamente con el objeto de arrancarles confesiones sobre su participación en actividades políticas. A propósito de esto afirmó haber pertenecido al PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores), hecho respecto del cual diera oportunamente testimonio. Recordó además situaciones llamativas para él en su condición de detenido, tales como haber sido dejado “aparentemente” solo en más de una oportunidad, sin esposar, sin vigilancia visible y hasta en proximidad de las armas del policía que lo trasladaba, circunstancias éstas que fueron interpretadas como la búsqueda de excusas por parte de los policías para favorecer un intento de fuga y así poder eliminarlo con ese motivo. Contó también que de todo lo acontecido puso en conocimiento al Juez Federal Dr. Grand, sin resultados.
Detalló haber visto a los detenidos Pedro Ramirez, Luis Garay, Carlos Lopez, Osvaldo Corvalán, Ruben Jantzon, Domingo Perié en el local de la DIP. Asimismo identificó a Musa Azar , Ramiro Lopez, Baudano, Roberto Díaz y Noly Garcia como parte del personal que se movía en la DIP.
El siguiente testigo fue el Sr. Marcos Vizozo, quien recordó a Cecilio Kamenetzky como un inolvidable amigo de su juventud y señaló sus virtudes personales. Cuando fue preguntado acerca de si Cecilio Kamenetzky podía ser considerado una persona peligrosa, Vizozo visiblemente conmovido dijo _“Era una de las personas más buena y pacífica que he podido conocer. Una persona de conceptos claros pero no invasivos. Cuando exponía sus ideas lo hacía con convicción, sin atacar a nadie. Cecilio era una persona frágil en su contextura física, pero era poderoso intelectualmente. Quienes lo conocimos compartimos hoy su ausencia, pero también su esencia que era su bondad.
A continuación, la defensa dio a conocer un incidente con Maria José Lopez, quien habría sido hostilizada por asistentes a las audiencias. Pidió garantías, a lo que accedió el Tribunal.
Por su parte, la defensa de Musa Azar solicitó demorar la comparencia de la testigo siguiente para permitir a su defendido se expresara públicamente respecto de la misma, en un claro intento por descalificar o restar credibilidad a su testimonio. Así manifestó que la testigo Delia Miryam Carreras fue su amante, que desconocía lo que ocurría en la DIP por ser policía de calle y que su testimonio era producto de despecho afectivo.
Pese a esto y con las enérgicas protestas de la querella, la Sra Carreras ofreció un testimonio en el que puso en evidencia su acabado conocimiento de las instalaciones y funcionamiento de la DIP, dependencia de la que formaba parte, prestando servicios en la Secretaría de Prensa. Detalló su actividad en esa función: leer diariamente los periódicos y seleccionar subrayando con color las noticias que su Jefe Musa Azar podía considerar de interés: todas aquellas que se refirieran a actividades políticas o sindicales, así como a personas involucradas en éstas. Dijo que con esta información Musa leía de los diarios sólo lo señalado. Y que la información así obtenida era usada para confeccionar carpetas y legajos de las personas e instituciones involucradas. Contó haber participado en pesquisas y seguimiento de personas, entre ellas a Cecilio Kamenetzky. Relató, además, que Cecilio como Mario Giribaldi cuando eran traídos del Penal a la Dip llegaban bien, pero que al cabo de unos días su estado ya no era el mismo, eran castigados, torturados, golpeados, vendados, esposados. Que Ramiro Lopez como Garbi se ocupaban personalmente “de los peces gordos” como ellos decían. También Bustamante, Corvalán y otros. Que tenían armas de caño largo Itakas, más la pistola reglamentaria. De la custodia del edificio se encargaba personal de Guardia, pero de algunos detenidos lo hacía Ramiro Lopez, Garbi, Corvalán, Brau. No era común que se quedaran de noche a cuidar detenidos. Agregó que le pareció muy raro que hubiera mucho movimiento en vísperas de la muerte de Cecilio Kamenetzky, que Musa recibió llamadas telefónicas muy largas ese día, que Ramiro Lopez quedó custodiando a Cecilio esa noche, que los veía como muy preparados, excitados, nerviosos. Consideró que no era posible escapar del sótano dónde se encontraban. Recordó entre los vehículos que usaban para los traslados un Peugeot amarillo.
Acto seguido la defensa del acusado Musa Azar planteó que sería el propio imputado quien interrogaría a la testigo. Esto fue objetado por la querella dado que lo actuado sucedió al amparo de una organización de poder como fue el terrorismo de Estado. Como la testigo tampoco aceptó responder al interrogatorio del imputado y dada la insistencia de la defensa con planteo de hacer formal presentación de reserva del caso federal, el Tribunal decidió pasar a cuarto intermedio para considerar lo peticionado por la defensa y resolver sobre la cuestión.
Reabierta la sesión, por Secretaría se dio lectura a la resolución del Tribunal que hizo lugar al pedido de la defensa, autorizando el interrogatorio a la testigo por el acusado Musa Azar, previa evaluación de la pregunta por parte del Tribunal. En esta oportunidad, la Sra. Carreras volvió a afirmar que las órdenes siempre las daba el Jefe Musa Azar, negando toda relación personal con el mismo. Ya en el final de su testimonio expresó lo siguiente: _” en el año 74 ingreso como empleada, tenía 18 años. Y al año, cuando detienen a Cecilio Kemenetzky no entendía bien lo que pasaba. No he sido personal de calle y si estoy aquí es porque me he sentido capaz de declarar y decir lo que he visto_ Agregó por último, mirando hacia los acusados _ Que no se olviden de todos los muertos que llevan encima y que esto se termine de una vez._.”
Seguidamente compareció Arias, Mario Alfredo, oficial ayudante de policía, hoy retirado, con desempeño como personal administrativo de Legajos y Archivos de la DIP. Por pedido de la querella, a través del Dr. Carabajal, rememoró lo acontecido en dicha dependencia la noche del 13 de noviembre de 1976. Comisionado para suplir la ausencia de personal de Guardia tuvo que quedar esa noche con otro compañero Pedro Ledesma. Tendrían a su cargo el servicio de guardia nocturno. De los detenidos se ocupaban Ramiro Lopez, Corvalán y Brau. En esas circunstancias sintió gritos de alto, corridas, tiros, perros, que lo impulsó a salir a la calle creyendo que se trataba de un copamiento al lugar. Llamó al Comando Radioeléctrico dando el alerta y al instante estuvieron todas las autoridades. El Juez se constituyó y labró acta de lo acontecido. Tenía 20 años y estaba choqueado. Era la primera vez que quedaba de guardia. Se hicieron presentes Jefes de Policía, Jefes de turno, de Departamento, Juez Federal, Jefe del Batallón Correa Aldana. Preguntado por la querella afirmó que los responsables de los detenidos en los fondos del edificio portaban escopetas Itakas y ametralladoras, pero manifestó no saber si les hicieron pruebas de parafina a los guardias. A pedido de la querella se leyó párrafos de su declaración indagatoria del año 85 para ayudarlo a hacer memoria de lo ocurrido. Sin embargo siguió afirmando que no recordaba lo de las pericias, ni lo de las pruebas de parafina a Lopez y Covalán como figuraba en su declaración. Reiteró, sí, que el Jefe era Musa Azar y el Subjefe Garbi.
El último testigo de la jornada en ser convocado fue Pedro Carlos Ledesma, exoficial, imputado en el Grupo 4 por detenciones ilegales entre otras acusaciones. Pese a la oposición de la defensa a que brindara testimonio en esta causa por estar imputado en otra también vinculada al terrorismo de Estado, el Tribunal resolvió que lo hiciera, por no existir incompatibilidad, al ser interrogado por una causa y hechos que no lo implicaban directamente. Esto es, por lo que vio como administrativo o guardia el día del homicidio de Cecilio Kamenetzky en la DIP. De inmediato, la reserva del caso federal fue planteada por los abogados de la defensa Barroco y Lindow.
En su relato el testigo dijo conocer a Cecilio K. como detenido en la DIP cuando lo traían del Penal, que estaba en la Guardia con Arias cuando sucedió el hecho de la muerte de Cecilio, como personal recargado. Que estaba en la Guardia del frente del edificio y que el hecho ocurrió en el fondo. Que allí estaban Lopez, Corvalán y otro, a cargo de dos detenidos traídos del Penal: Giribaldi y Kamenetzky. Que, como en un primer momento tuvo que custodiarlos, abrió la puerta de la habitación donde estaban los detenidos y los vio recostados en un colchón, esposados. Que luego fue relevado por Lopez , Corvalán y el acompañante. Ya en compañía de Arias, escuchó detonaciones, gritos de alto. Pensó que se trataba de un copamiento y le gritó a su compañero que pidiera refuerzos. Salió hacia la vereda y a su regreso a los pocos minutos ya estaban los refuerzos, toda la infantería, mucho personal policial, con y sin uniforme, Musa y Garbi presentes. Como no se dirigió al fondo manifestó no saber quien disparó. Expresó también que el Juez Federal le tomó testimonial. Por Secretaría y a pedido de la querella le fue leído el párrafo referido a autoría de los disparos de su declaración indagatoria del año 1985 y en la que adjudicara los disparos a Ramiro Lopez y Corvalán. Respondió que si figuraba en su declaración así debió ser. Añadió que no era usual que Lopez y sus compañeros quedaran encargados de la custodia, que sólo acontecía cuando mediaba una orden superior. Que la jefatura daba las órdenes y que esta era ejercida por Musa Azar y Tomás Garbi. Que los custodios de Cecilio K y Mario Giribaldi estaban armados con pistolas reglamentarias y que en la DIP había armas con seguridad: ametralladoras e itakas.
Finalizado dicho testimonio el Tribunal dio por concluida la jornada del día de la fecha y convocó para nueva sesión a realizarse el día miércoles 29 a las 10 hs.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
Suspenden las audiencias hasta el martes 28
El Tribunal Oral Federal suspendió las audiencias del juicio hasta el próximo martes 28 de septiembre debido a que el abogado Diego Lindow, defensor de Tomás Garbi, sufrió una indisposición por sinusitis. El día martes darán su testimonio Raúl Figueroa Nieva, Marcos Visozo, Delia Carrera de Gómez, Mario Arias, Pedro Ledesma y Rubén Fernández.
Día 4: Los testigos dan detalles sobre la noche del fusilamiento de Cecilio y sus condiciones de detención
Nuevamente, como sucediera en anteriores jornadas, en ausencia de los imputados Musa Azar, Tomás Garbi y Ramiro López, (quienes permanecieron en un recinto cercano a la sala de audiencias), declararon los testigos Pedro Ramirez, Ramón Orlando Ledesma Miranda, Walter Bellido, Luis Avila Otrera, Cristina Torres y Ramón Santillán, durante esta cuarta jornada del juicio.
En cada uno de los testimonios de esta jornada quedó de manifiesto que los policías intervinientes actuaban impunemente, sin orden judicial, que lo hacían vestidos de civil y no uniformados y que los procedimientos ilegales se desarrollaron desde el año 75, y aumentaron en número de detenidos, luego del golpe de Estado. Que en todos los casos se trataba de un grupo de tareas organizado, constituído en casi todos los casos por las mismas personas, reiteradamente mencionadas en todos los testimonios: Musa Azar, Garbi, Lopez, Laitán, Bustamante, Noly Garcia, Ledesma, Corvalán Roberto Diaz, Salvatierra y otros. Que la metodología incluía el saqueo o despojo de los bienes de las personas a quienes detenían o secuestraban, lo que incluye desde bibliotecas hasta automóviles. Que en muchas ocasiones en dependencias de la SIDE estuvo presente un juez federal, (se mencionaron tanto a Grand como a Liendo Roca). Santiago Olmedo también fue mencionado en circunstancias de no haber aceptado recibir las denuncias de las condiciones de de tención de los prisioneros. También quedó establecido que los prisioneros, muchos de ellos menores de edad, fueron sometidos a inhumanas condiciones de detención, carencias alimentarias y de higiene, falta de atención médica y que las mujeres sufrieron vejámenes.
En todos los casos los testimoniantes manifestaron haber tenido contacto con Cecilio Kamenetzky y Mario Giribaldi, a quienes observaron en lamentable estado debido a las torturas físicas y psicológicas a que fueron reiteradamente sometidos. Que precisamente, los interrogatorios se realizaban sistemáticamente bajo la aplicación de tormentos, con el objeto de obtener información sobre la actividad política de estos testigos. Que los traslados de los prisioneros y las amenazas y presiones hacia las familias de los detenidos y aún a sus abogados, eran prácticas comunes. Se señaló incluso, en un caso, la desaparición de uno de los abogados defensores.
También los testigos aportaron detalles del edificio donde funcionaba la DIP , ubicando sus lugares de detención y tortura, patios interiores, señalando la existencia de perros de gran tamaño.
Los planteos de la defensa solicitando careos entre los algunos de los testigos debido a algunas supuestas incongruencias en sus dichos fueron desestimados por el Tribunal.
Por otra parte se desestimaron los testimonios de Estela de Carlotto, Nora Cortiñas, Noemí Nazar de Guerrero, de Oscar María Ortega, de José Antonio Azar. Se hizo saber que el testigo Llapur Allall ha fallecido. Ante esto la querella solicita que el testimonio escrito de esta persona sea incorporado a la causa, lo que genera argumentos de oposición de la defensa.
Pedro Ramirez refirió los hechos que lo tuvieron como protagonista, los que sucedieron cuando tenía 17 años. Fue secuestrado por Garbi y otras dos personas desde su domicilio y conducido en un Chevrolet de techo vinílico color gris hasta la SIDE para ser interrogado. Señaló a Musa Azar, Ramiro Lopez y Garbi como los que sacaban a detenidos para golpearlos. Esto sucedía en el año ’75. Indicó que, más tarde, con el golpe de Estado se produjeron más detenciones, entre ellas las de Cecilio Kamenetzky y Mario Giribaldi.
Refirió su periplo por las unidades penales de La Plata , Sierra Chica, Caseros y Córdoba , donde se encontraban bajo la dependencia del 3° Cuerpo de Ejército, dominada por el “chacal Menendez”, que así se hacía éste llamar. Los diarios del 13 de diciembre del año 76 informan sobre la muerte de Cecilio.
Reflexiona sobre lo vivido: “¿Qué delitos cometí? Era militante de la Juventud Guevarista , dirigente del Centro de Estudiantes de la Normal. Participé en la organización de una Coordinadora de centros de estudiantes secundarios. Pusimos dos centros de alfabetización en el Barrio Cáceres y en el 8 de abril. Luchábamos por la creación de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, Esos eran nuestros delitos.
Mantengo el mismo pensamiento que entonces. La solidaridad social como principio. ¡Es increíble que jóvenes como Cecilio hayan sido asesinados por esto!
Nosotros apenas descendimos unos peldaños, mientras que Cecilio y Giribaldi descendieron al infierno de la tortura y de la muerte”
_Me levanto alegremente todas las mañanas, dispuesto a construir un mundo mejor. Tengo las manos limpias. No manchadas de sangre.”_
_“Los imputados y sus abogados tienen la tranquilidad de poder ejercer su defensa con todas las garantías como no las tuvimos nosotros en su momento, y esto forma parte de nuestra lucha. Me enorgullezco de pertenecer al grupo de gente que hizo posible esto!.”
El siguiente testigo fue Ramón Orlando Ledesma Miranda, quien contó:
El 10 de agosto del ’76 fui secuestrado por gente que iba en un coche, frente a mi domicilio. Fui llevado a la SIDE. Allí me encontré con otros detenidos. Vendado siento gente que respiraba y me doy cuenta de que no estoy solo. Pregunto por los nombres. Omar Perez, de La Banda , un primo suyo, también Perez, Mario Giribaldi y Daniel Dichiara. Estos últimos, dos compañeros actualmente desaparecidos, eran quienes nos servían la comida. Me doy cuenta de que éramos como 20 en un recinto amplio, de una edificación antigua. Luego me bajan a un sótano, donde recibo golpes; me atan a un elástico de cama y comienzan a picanearme, mientras me preguntan por mi nombre de guerra, y quiénes eran mis compañeros…Empiezo a registrar las voces de los torturadores, sus tonos. Después de 2 ó 3 hs de tortura , exhausto, me dejaban en la pieza. Allí pregunto quiénes estaban al lado mío. Soy Cecilio Kamenetzky, me dice. Del otro lado estaba Ariel Silva, un muchacho de Clodomira... El de la voz más grave, el más sádico, el que gozaba más con el sufrimiento de las víctimas era Ramiro Lopez. Musa entraba de vez en cuando para ver cómo iba el trabajo…
Continúa: _ Ya en el Penal a algunos compañeros los llevaban a la SIDE. A Rosales, a Mario Giribaldi, a Cecilio Kamenetzky, a los 3 los sacaban. No volvían los 3 juntos. Al regresar estaban muy lastimados. Algunos no podían comer por el dolor de la picana. Les dábamos nuestra comida para que se recuperen. A principios de noviembre los sacaron de nuevo y el único que volvió fue Rosales. Tiempo después me entero que Cecilio Kamenetzky y Mario Giribaldi habían sido asesinados.
El tercer testigo fue Walter Bellido, quien reiteró lo señalado por los anteriores en relación con el estado de Cecilio Kamenetzky. Y comentó detalles de la fatídica noche en que éste fue asesinado, como la presencia de los imputados, quienes desde 2 días antes estaban bajo arresto en el mismo local. Recordó que les dieron de cenar como si se tratara de la última cena. Y que dormían cuando los despertó una balacera Se sentían ametralladoras, pistolas, itakas. Destacó, del mismo modo que lo hicieron todos los testimonios de esta jornada, la brillante inteligencia y los rasgos que distinguían la personalidad de Cecilio Kamenetzky, entre ellos el hecho de que era muy inocente.
Señaló finalmente: Todos estábamos quebrados. Todos teníamos una carga de sueños rotos, de sueños robados…El que más quebrado estaba era Giribaldi.
La cuarta persona en ofrecer su testimonio fue Cristina Torres, secuestrada desde el domicilio familiar el 30 de enero de 1975, por los imputados Azar, Lopez, Garbi y otro policía de apellido Marino. Cuenta que fue sometida a torturas y vejámenes durante varios días, como consecuencia de las cuales se malogró un incipiente embarazo. Recordó que a partir de octubre del ’75 el régimen de detención se endureció sensiblemente, restringiéndose las visitas.
“Cuando se produce el golpe del ’76 empiezan a llegar muchas otras mujeres detenidas, dando cuenta de las torturas a que eran sometidas…..Por momentos quería morir- dijo- a la vez quería vivir para poder contar lo que estaba viviendo”. Reveló además que fue violada aunque no pudo reconocer al autor .Que esto fue motivo de un trauma que costó muchísimo tiempo superar.
Señala que en agosto la sacan del Penal y la llevan nuevamente al Side. Que empieza otra vez el horror de la tortura y que allí le muestran a Mario Giribaldi en un estado que apenas podía mantenerse en pie, tobillos y muñecas muy lastimados, sin pestañas ni cejas. También ve a Cecilio K. que esperaba para ser llevado al Penal.
“Nunca imaginé que lo sucedido pudiera ser hecho por seres humanos. Fui detenida en el ’75 a la edad de 22 años. Todos los que tenemos alrededor de 50 años sabíamos que América Latina vivía una situación de ebullición política. En mi casa esto se discutía. Eran el pan de cada día los debates sobre la situación que vivía el país. Adherí al partido Revolucionario de los Trabajadores, por adherir al sueño de un país más justo, más equitativo. ésto me costó 7 años de cárcel más un año de libertad vigilada, más las situaciones traumáticas que tuvo que pasar toda mi familia.”
En quinto Lugar dio su testimonio Luis Avila Otrera, empleado bancario y delegado sindical al momento de su detención en junio del ’76. En su exposición señaló cómo irrumpieron en su domicilio, exhibiendo armas, en presencia de sus hijos menores de edad y en un operativo conjunto de policías de civil, uniformados y personal del ejército. Dio detalles de la noche en que matan a Cecilio K. Reflexionó además sobre los vínculos entre el poder económico y el golpe militar, por referencia a una iniciativa sindical de solicitar a la patronal (Banco Español) el reparto del 30 % de las utilidades anuales.
Finalmente, fue el turno de Ramón Santillán, detenido en su lugar de trabajo en el año ’75, e interrogado en relación a su conocimiento de Carlos Lopez. Recordó que la noche en que matan a Kamenetzky jugaban una partida de ajedrez mientras conversaban acerca de su incomprensible situación y de sus sueños compartidos.
“El sueño de Cecilio era recibirse para poder ayudar a su familia, poder contribuir con la sociedad. Quiero saber por qué lo mataron Qué les molestaba de él si era un ser indefenso. Molestaban sus ideas? Su capacidad? Por qué torturaron a Ramirez, Garay, Lopez…Era penoso verlos cuando los devolvían (luego de los interrogatorios)…No puede haber seres humanos que puedan hacer eso…Si sólo perseguíamos una sociedad más justa! Se destruyeron familias, con qué fin?
Pasadas las 19 hs. se dió por finalizada la sesión y se convoca para el día miércoles 22 a las 10,30 hs.
domingo, 19 de septiembre de 2010
Día 3: Los testimonios de Elena y Adela Kamenetzky
Con la ausencia de los imputados Musa Azar, Tomás Garbi y Ramiro López, quienes permanecieron en un recinto cercano a la sala de audiencias, declararon Elena y Adela, madre y hermana de Cecilio durante la tercera jornada del juicio.
Rosa Elena Bulgarelli de Kamenetzky tiene 83 años y una fortaleza increíble. Después de 34 años pudo contar ante un tribunal la historia que primero la dictadura y después las leyes de impunidad condenaron al silencio. Profundamente conmovidos, los asistentes acompañaron a Elena y Adela en la reconstrucción del secuestro de Cecilio, los reiterados allanamientos a su domicilio y aquella única vez en que ambas pudieron verlo en el SIDE, antes de que fuera fusilado por el grupo de tareas comandado por Musa Azar.
Elena relató que el 9 de agosto de 1976 en horas del mediodía irrumpieron en el comedor de su casa (de Catamarca y Roca) un grupo de hombres que se llevaron a Cecilio, de 18 años. Identificó a Tomás Garbi como el que comandaba el operativo ya que le había mostrando una credencial pero sin exhibir ninguna orden judicial. Elena contó que estuvieron dos días sin saber nada de Cecilio. Su marido recorrió todas las comisarías, hospitales hasta que un vecino le dijo que estaba en el Side.
Elena contó además que la tarde del mismo día del secuestro de Cecilio un grupo de gente “hizo un allanamiento donde revolvieron toda la casa, tiraban todo y se llevaron una máquina de escribir, libros, discos. Muchas cosas de valor que jamás devolvieron”. La mamá de Cecilio relató que durante su detención en el SIDE ella le llevaba ropa limpia pero no lo dejaban verlo. Una sola vez la dejaron pasar y pudo verlo dentro del Side, casi no pudieron hablar “estaba entre mucha gente, no pudimos hablar” dijo. Ya en noviembre le dijeron que a su hijo lo había abatido en un “intento de fuga”
Adela Kamenetzky
Adela ratificó lo dicho por Elena en cuanto al secuestro de su hermano menor. Identificó a Tomás Garbi al frente del secuestro de Cecilio y dijo que todos los integrantes del grupo de tareas estaban vestidos de civil y que se presentaron sin ninguna orden judicial irrumpiendo ensu casa. Relató cómo lo tomaron por la fuerza y se lo llevaron. Adela logró ver que Cecilio era introducido en un Peugeot amarillo que después supo que era el auto que utilizaban para los secuestros.
Adela relató que pudo ver en el SIDE a su hermano una sola vez “No se por qué nos permitieron verlo, que habrá pasado. Había mucha gente a nuestro alrededor. Yo lo hice sentar en mis rodillas para besarlo como hacía siempre. Fue muy poquito tiempo.” De ese día, también recuerda a Garbi tirado en un sofá jugando con una manopla de bronce, de las que se usaban para golpear. También estaba Musa Azar.
A diferencia de su mamá, Adela logró ver a Cecilio una vez más. Un día que iba al SIDE a entregar ropa limpia, vio a su hermano dentro de un auto Valiant rodeado de policías. Adela intuyó que se dirigirían al Juzgado Federal que funcionaba en Buenos Aires y se decidió a seguirlo. Conmovida, relató la última vez que vio a Cecilio “En la entrada encontré a un compañero de la secundaria que trabajaba en la Federal. Le dije que mi hermano acababa de entrar, que me dejara verlo pero me dijo que no podía. Igual me quedé esperando hasta que apareció mi hermano y me hizo seña de que no me acercara. Nos miramos y nos sonreímos. Estaba de pelo largo, demacrado, ésa fue la última vez que vi a Cecilio”, dijo profundamente emocionada.
Adela también relató que en una de las bolsas de ropa sucia que llevaban para lavar esos primero días en que Cecilio estaba secuestrado en SIDE, los represores les devolvían un paquete con ropa de su hermano. En una de esas entregas aparece la camisa de Chala Dichiara, que había desaparecido el mismo día que Cecilio. “Como yo era amiga de su esposa, Mechi, conocía la camisa. Hablé por teléfono con ella que estaba embarazada y vino con los padres de Chala. Entonces reconocieron la camisa. Es decir que Chala también estaba ahí”.
Sobre la muerte de Cecilio, Adela relató que se comentaba sobre un tiroteo en el Side. “Yo digo “no puede ser Cecilio” porque teóricamente ya había sido trasladado a la cárcel.” Al otro día vinieron y se llevaron a su padre a la morgue, sin decirle nada y sin permitirle que lo acompañara nadie. Era para reconocer el cuerpo de Cecilio. Adela recuerda que su padre les había dicho que lo que había visto no lo podía contar. Lo habían llevado a la morgue del hospital independencia, en pleno calor, sin refrigeración y ya hacía 2 días que Cecilio estaba muerto.
Adela contó que Cecilio no tuvo sepelio, les entregaron el cajón cerrado y sólo les permitieron seguir una carroza custodiadas en todo momento por policías. “Lo llevaron al cementerio de La Piedad. “Después, cuando lo trasladamos a La Banda , al monumento de los Burgarelli, nos iban siguiendo autos particulares” dijo Adela y contó cómo un grupo de hombres se escondía detrás los monumentos en el cementerio y espiaban todo.
Un personaje del Side, Juan Bustamante, ejercía una especie de vigilancia sobre ella. Ella relata que una vez en invierno se le acercó con un montgomery azul y le mostró un arma que tenía en una cartuchera cruzada en el pecho”. Adela fue llevada en dos oportunidades al Side. Musa Azar la amenazó diciendo “a vos te dejamos libre, en la calle, como señuelo y si cualquier persona hace contacto con vos, vienes y nos avisas. Si no te pongo a disposición del Poder Ejecutivo Nacional”.
“Uno piensa, imagina lo que le están haciend0 a tu ser querido pero esto es peor de lo que uno puede haberse llegado a imaginar. Nunca nos hubiésemos imaginado el extremo de crueldad al que fue sometido”, aseveró Adela
sábado, 18 de septiembre de 2010
Aldo Etchegoyen de la APDH Nacional es uno de los observadores del juicio
El obispo metodista Aldo Etchegoyen, co-presidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos Nacional visitó nuestra provincia para presenciar las primeras audiencias del juicio por Cecilio y acompañar en el trabajo a la APDH local y a la familia en esta causa con "la verdad como un elemento sólido sobre el cual podemos verdaderamente poner los pies". Según la evaluación de Etchegoyen "la defensa está tratando de dilatar todo lo que puede y la querella está respondiendo con mucha sabiduría e inteligencia, mientras que las tres juezas (que es algo significativo tres mujeres al frente del tribunal) realmente están conduciendo este juicio con paciencia". Agregó que este juicio es "una gran cadena donde cada eslabón constituye un juicio nuevo y eso consolida la justicia y la democracia".
Cabe destacar que el Dr. Antenor Ferreyra y el Dr. Oscar Rodríguez son dos abogados que están en relación directa con la APDH. "Este organismo desde que se inicio la democracia ofreció a la justicia todos los elementos probatorios en testimonios y en acciones legales que han ayudado verdaderamente a la justicia en el trabajo" afirmó Etchegoyen y destacó el compromiso de APDH con el acompañamiento de los testigos que tienen una responsabilidad enorme en cuanto testimoniar a cerca de la verdad. "Debemos acompañarlos en todas las formas posibles, protegerlos y la asamblea ha estado haciendo requerimientos a favor de los testigos ante el estado para la protección, además del acompañar todo lo posible con asesoramiento y apoyo en distintas maneras." finalizó.
viernes, 17 de septiembre de 2010
La hora de la verdad: los testimonios comienzan a dar cuenta de como funcionó el plan sistemático de exterminio
Dia 3
A las 10.30 del dia jueves, comenzó la tercera jornada del juicio. Para esta ocasión se contó con seis “testimonios muy importantes que dan cuenta como ha sido detenido, desparecido, torturado y muerto Cecilio. Y que expresan como era la práctica sistemática de tortura, las condiciones infrahumanas de detención tanto en la Side como en el Penal de la calle Alsina y en los otros penales en donde han estado detenidos.”, dijo la Dra. Bárbara LLinás, querellante por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
Las primeras en prestar declaración ante el Tribunal Federeal Oral, fueron Elena Bulgarelli, madre de Cecilio y Adela Kamenetzky, la hermana. Quienes con profundo dolor revivieron la escena del secuestro de aquel 9 de agosto del 76 y recordaron la incansable búsqueda y pedido de verdad y justicia por la victima. Por su parte Adela aseguró ante el tribunal que nunca dejaron de pereseguirla y amenazarla para que abandonara su lucha.
Seguidamente prestó testimonio el Arquitecto Rizzo Patrón quien ilustró claramente con plano a mano alzada ala DIP (Departamento de Informaciones Policiales), lugar en donde vio a Cecilio detenido, y sede en donde eran victimas de torturas y tormentos los secuestrados.
Seguidamente prestó testimonio el Arquitecto Rizzo Patrón quien ilustró claramente con plano a mano alzada a
Momentos más tarde, a las 15.00, luego de un cuarto intermedio de una hora aproximadamente, se continuaron escuchando a otros testimonios. La presencia del Dr. Abelardo Basbús, quien fue amigo de Cecilio Kamenetzky, emocionó a los familiares y compañeros que estaban en la sala cuando recordó que “Cecilio era un joven brillante, obnubilaba con su inteligencia cuando profundizaba sus lecturas en filosofía, quizás por eso los militares lo consideraban peligroso”
Cerca de las 16.00 les tocó el turno a Luis Garay y al Ing. Carlos López quienes aportaron datos estremecedores sobre la manera en que funcionó este plan sistemático de exterminio y refirieron a la última vez que pudieron ver con vida a la víctima.
Al salir del recinto del TOF el abogado de la querella por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación Dr. Héctor Carabajal resumió “ésta jornada (luego de pasadas las primeras jornadas mas técnicas y en algunos casos dilatorias) ha sido muy emotiva. Yo siempre digo que cuando uno está con la verdad es mucho más fácil. Todos los testigos han sido coincidentes y pudieron mantener las declaraciones que vienen realizando hace más de 30 años en numerosas oportunidades. En ese sentido la contundencia no se discute y su pertenencia al colectivo de personas que han sido perseguidas políticamente tampoco”.
Los testigos fueron coincidentes en cómo eran las condiciones de detención que se daban en ese momento a todos los presos y en cuanto a las personas que eran los habituales torturadores: Musa Azar, Garbi, López, Noli García. “Nombraron a muchos porque hay que tener presente que aquí ponían su gota a la maquinaria del terror, unos secuestraban, otros torturaban, todos hacían algo y se reiteraban. Quedaron aclarados quienes hacían los traslados desde la DIP hasta el penal” expresó el Dr. Carabajal y siguió, “incluso a salido a la luz también el aparato judicial de la época, todos los testigos han sido coincidentes en afirmar los incumplimientos de los funcionarios públicos y de los jueces que les tocaron intervenir en la causas tal como el Juez Liendo Roca”.
jueves, 16 de septiembre de 2010
Mabel Montero, Sara Holmquist y Juan Carlos Valdez, de Madres de Plaza de Mayo Linea Fundadora de Tucumán dijeron ¡Presente! en la primera audiencia oral.
“Estamos aquí en solidaridad con nuestros hermanos santiagueños en este primer juicio. Un poco medio intranquilos y desilusionados porque entendemos que los jueces no pueden ser parciales, tienen que ser imparciales, que no deben estar a favor de nadie, pero evidentemente si se está tomando partido porque no se ha permitido entrar a la sala a los compañeros con las fotos de sus seres queridos, o con su camiseta identificándose como hijos. Pero si lo vemos del otro lado, tenemos muchas expectativas con este juicio y los que tendrían que venir, porque no solamente tienen que ser éste de este compañero que fue salvajemente torturado, que se sabe donde estuvo y como murió. Se cuenta con la prueba contundente para poder sentar a uno de los criminales más peligroso, genocida como es Musa Azar
Nos solidarizamos en que no solo Musa Azar tendría que estar sentado en el banquillo, sino que se tienen que hacer cargo a los responsables de todos los crímenes de lesa humanidad cometidos a Videla, Bussi, Menéndez.
Pedimos juicio y castigo, cárcel común para todos los genocidas.”
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Las pericias confirman que Cecilio Kamenetzky fue asesinado a corta distancia con un arma de guerra
Dia 2
La segunda jornada del juicio comenzó pasadas las 11 de la mañana.
Durante la primera parte de la audiencia, se continuó con los planteos de excepciones y nulidades de las defensas a las que el tribunal no hizo lugar. Así las juezas consideraron extemporáneo el pedido de la defensa de Garbi de declarar nula la elevación a juicio que se había solicitado el día anterior, como así también no hicieron lugar al cuestionamiento que se realizó sobre la acusación de homicidio a Garbi. En este sentido, aceptó la imputación de homicidio calificado contra Tomás Garbi en tanto se tuvo en cuenta el criterio de que en esta etapa procesal de juicio oral se determinará su culpabilidad o no.
Asimismo el tribunal denegó el pedido del Dr. Barrojo, defensor de Ramiro López Veloso, de considerar cosa juzgada la acusación de homicidio. El defensor había argumentado que Lopez obtuvo un sobreseimiento en la misma causa en el año 1978. Las juezas del tribunal consideraron que este sobreseimiento no se encuentra debidamente acreditado en la causa.
También el tribunal denegó el pedido del defensor de Lopez para que se reincorpore como testigo al ex juez Liendo Roca.
Durante la primera parte de la audiencia, se continuó con los planteos de excepciones y nulidades de las defensas a las que el tribunal no hizo lugar. Así las juezas consideraron extemporáneo el pedido de la defensa de Garbi de declarar nula la elevación a juicio que se había solicitado el día anterior, como así también no hicieron lugar al cuestionamiento que se realizó sobre la acusación de homicidio a Garbi. En este sentido, aceptó la imputación de homicidio calificado contra Tomás Garbi en tanto se tuvo en cuenta el criterio de que en esta etapa procesal de juicio oral se determinará su culpabilidad o no.
Asimismo el tribunal denegó el pedido del Dr. Barrojo, defensor de Ramiro López Veloso, de considerar cosa juzgada la acusación de homicidio. El defensor había argumentado que Lopez obtuvo un sobreseimiento en la misma causa en el año 1978. Las juezas del tribunal consideraron que este sobreseimiento no se encuentra debidamente acreditado en la causa.
También el tribunal denegó el pedido del defensor de Lopez para que se reincorpore como testigo al ex juez Liendo Roca.
Luego de realizados todos los plateos preliminares se pasó a un cuarto intermedio hasta las 16.00. En esta instancia los acusados, Musa Azar, Ramiro López y Miguel Tomás Garbi se abstuvieron de declarar. Musa Azar, sin embargo, dijo que no lo haría hoy por encontrarse cansado, pero que podría declarar más adelante. El proceso siguió así con la presentación de los peritos que examinaron el cuerpo de Cecilio para determinar las causas de su muerte.
Uno de los momentos fundamentales de la jornada fue la exposición de la perito del Equipo de Antropólogos Forenses, Lic. Patricia Bernardi, quién con una exposición didáctica, clara y contundente no dejó lugar a dudas. Ante el interrogatorio de las defensas y la querellas, la antropóloga se expresó con claridad sobre las causas de la muerte, la distancia del disparo que asegura no fue realizado a más de un metro veinte, las condiciones personales de Cecilio. Además, la experta fue clara en cuanto a la hipótesis que trató de introducir la defensa de Garbi como una forma de desacreditar respecto a la certeza de si se trataba o no del cuerpo de Cecilio, preparándose así para futuros alegatos. Quedó claramente establecido que el cuerpo estaba en la bóveda, que fue entregado a la familia y que se corresponde con la fisonomía, altura, rasgos hereditarios y, un dato clave, la morfología odontológica que detectaba fallas previamente contadas por la madre y la hermana de Cecilio, que habían podido revisar fotos de él y determinar una rotación en el incisivo que era característico de él. De acuerdo a lo manifestado por los abogados querellantes esto no era pertinente en cuanto la pericia era para identificar la causa de muerte y no la identidad. “El equipo no estaba tratando de dar identidad a un cuerpo NN sino a un cuerpo previamente identificado que es el de Cecilio”, explicó el abogado Carabajal en parte de su exposición al jurado. Recordemos que es el padre el que lo reconoce en la morgue.
En segundo término se testimonió el alférez Marcos Antonio Roldán, jefe de la Policía Científica de Gendarmería Nacional. El gendarme explicó que de acuerdo a los proyectiles que se encontraron en torax y cráneo de Cecilio puede afirmarse que pertenecen a un arma de guerra, calibre 12, conocida como "Itaka".
El juicio seguirá este jueves con la presencia de varios testigos.
El juicio seguirá este jueves con la presencia de varios testigos.
Inicio del Juicio: Santiago vivió un día histórico
DIA 1
Desde las 8 de la mañana, organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas, sobrevivientes y familiares de víctimas del terrorismo de estado se congregaron en Plaza Libertad para marchar hacia los Tribunales Federales con la certeza de estar formado parte de hito en la historia de nuestro pueblo. Es que después de siete años y pese a los innumerables obstáculos judiciales lo que parecía imposible se hacía realidad: el juicio al aparato represivo santiagueño, con todas las garantías de ley.
La sala se colmó rápidamente, los familiares, sobrevivientes y representantes de organizaciones como las Madres de Plaza de Mayo de Tucumán, el presidente de APDH nacional Dr. Etchegoyen, entre otras personalidades presentes, se ubicaron para esperar la llegada del tribunal. También las partes del proceso fueron ocupando su lugar en el recinto. Por la parte acusadora, el representante del Ministerio Público Fiscal, Dr. Gustavo Gimena. Por la querella estuvieron los representantes legales Rosa Elena Bulgarelli de Kamenetzky y Adela Kamenetzky, Dr. Antenor Ferreyra y Dr. Oscar Ferreyra; la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación representada por el Dr. Héctor Carabajal y la Dra. Bárbara Llinás, la Asociación por la Memoria, la Verdad y la Justicia, representada por la Dra. Julia Aignasse y la Dra. Inés Lugones, el Comité para la Defensa de la Salud, la Ética Profesional y los Derechos Humanos, con la Dra. Liliana Molinari y la Fundación Liga Argentina por los Derechos Humanos, representada por el Dr. Luis Horacio Santucho y el Dr. Raúl Alberto Schnabel.
El juicio comenzó sin la presencia de tres de los seis imputados. Ellos son los acusados militares Videla, Menendez y Bussi. Los dos primeros por estar afrontando otros juicios de similar tenor en la provincia de Córdoba y el tercero por haberse resuelto, en base a un informe médico forense, que el ex militar ‘no está física ni síquicamente en condiciones‘ de participar.
Por su parte, los acusados Musa Azar, Tomás Garbi y Ramiro Lopez Velloso ingresaron a la sala con sus respectivos defensores, Dr. Pablo Lauthier, Dr. Diego Lindow y Dr. César Barrojo. Azar y López con una sonrisa y Garbi más serio tuvieron que enfrentar los flashes de la prensa exponiendo públicamente sus rostros, cuestión que en estos últimos años había sido imposible por los operativos de seguridad que se montaban cada vez que tenían que cumplir con algún requierimiento del proceso.
En el lapso transcurrido entre la entrada de los imputados y la del tribunal, la Gendarmería encargada de la seguridad de la sala, intimó a los presentes a quitarse la camiseta de “Juicio y Castigo” con la que algunos de los presentes habían decidido participar de las audiencias. Así también intentaron que los familiares entregaran las fotografías de los desaparecidos con las que habían ingresado en la sala. Esto fue cuestionado en tanto no provoca ningún daño y no hay ninguna recomendación expresa de que los familiares no puedan mostrar las imágenes de las víctimas del terrorismo de estado en la provincia.
Minutos después de las 10 de la mañana, hizo entrada el tribunal oral conformado por Josefina Curi (presidenta), Marina Cossio de Mercau y Graciela Nair Fernández Vecino y el juez suplente, el camarista catamarqueño Adolfo Guzmán.
En la primera parte de la audiencia las partes plantearon las cuestiones preliminares. El primero en tomar la palabra fue el Defensor de Lopez, Cesar Barrojo quien presentó una una recusación contra todo el tribunal, cuestión que fue desestimada por el Tribunal por considerarse extemporánea.
A su turno, los querellantes y el fiscal Gimena coincidieron en el pedido de que se ordene una pericia periódica al imputado Bussi, al menos cada 30 días, teniendo en cuenta que la suspensión de su juzgamiento no es eterna sino que está relacionada a que continúe la causa que es el estado de salud del represor. En este sentido, la abogada defensora de Bussi, Aurora Ramos Taboada se negó a este planteo aduciendo que su defendido es un enfermo terminal y “no se lo puede someter al stress de una audiencia”.
A su turno, los querellantes y el fiscal Gimena coincidieron en el pedido de que se ordene una pericia periódica al imputado Bussi, al menos cada 30 días, teniendo en cuenta que la suspensión de su juzgamiento no es eterna sino que está relacionada a que continúe la causa que es el estado de salud del represor. En este sentido, la abogada defensora de Bussi, Aurora Ramos Taboada se negó a este planteo aduciendo que su defendido es un enfermo terminal y “no se lo puede someter al stress de una audiencia”.
A continuación el abogado Diego Lindow, defensor de Tomás Garbi, pidió al Tribunal que se apartaran todas querellas colectivas (la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, la Codesedh, la Asociación por la Memoria, la Verdad y la Justicia; y la Fundación Liga Argentina por los Derechos Humanos) o que al menos se unificaran en una sola aduciendo que la existencia de 5 querellantes más el fiscal ponían a su defendido en desigualdad de condiciones. Barrojo y Lauthier se expresaron en el mismo sentido sosteniendo que no habían sido notificados de la existencia de todos los querellantes.
En este sentido, todos los querellantes expusieron los argumentos de su legitimidad en el juicio y presentaron toda la jurisprudencia que así lo avala. Destacaron que la ley no prohíbe que dos o más personas ejerzan una acusación como tampoco la defensa.
En este sentido, todos los querellantes expusieron los argumentos de su legitimidad en el juicio y presentaron toda la jurisprudencia que así lo avala. Destacaron que la ley no prohíbe que dos o más personas ejerzan una acusación como tampoco la defensa.
Las juezas Josefina Curi, Marina Cossio de Mercau y Graciela Fernández Vecino, se retiraron a un cuarto intermedio que duró 3 horas. Reiniciada la audiencia el Tribunal dio lectura a lo resuelto. En primero lugar se rechazó el pedido de nulidad de Barrojo por extemporáneo en relación al rechazo a la recusación de las juezas. También el tribunal resolvió no hacer lugar al pedido de las querellas de realizar exámenes periódico a Bussi. Por útimo decidió, ratificó como querellantes a la Secretaría de Derechos Humanos, la Asociación y la Codesedh. Sin embargo, no reconoció la calidad de parte de la Fundación Liga Argentina de los Derechos Humanos, señalando que el juez federal no había notificado a la defensa de la constitución como parte querellante de la fundación, y que tampoco hizo un requerimiento de elevación a juicio.
Los abogados de la Liga, Luis Santucho, y Raúl Schnabel plantearon una objeción a esta resolución y pidieron la decisión y pidieron un recurso de revocatoria aduciendo que la notificación a la defensa era una obligación del tribunal, luego de un breve intermedio, las camaristas comunicaron la denegación del pedido de la liga. En ese momento, los abogados debieron retirarse de la sala.
Los abogados de la Liga, Luis Santucho, y Raúl Schnabel plantearon una objeción a esta resolución y pidieron la decisión y pidieron un recurso de revocatoria aduciendo que la notificación a la defensa era una obligación del tribunal, luego de un breve intermedio, las camaristas comunicaron la denegación del pedido de la liga. En ese momento, los abogados debieron retirarse de la sala.
La lectura del requerimiento fiscal
Definidas todas las presentaciones, se realizó la lectura del requerimiento fiscal compuesto por las imputaciones de los delitos a Musa Azar, Ramiro López y Tomás Garbi, el relato histórico de los hechos y las pruebas de las responsabilidades a cada uno de los imputados. La requisitoria del fiscal afirma que Jorge Rafael Videla (ex presidente de facto) en calidad de jefe; Luciano Benjamín Menéndez (ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército), Antonio Domingo Bussi (ex jefe de la V Brigada de Tucumán), Musa Azar Curi y Tomás Garbi en calidad de organizadores y Ramiro del Valle López Veloso en calidad de participe fueron integrantes de una organización delictiva. A dicha organización le atribuyó el secuestro, la privación ilegítima de la libertad, la tortura salvaje con fines políticos y el asesinato cobarde, por la espalda, en grupo y con el objeto de ocultar los anteriores delitos”. Se sindica a Ramiro López y Enrique Corbalán (fallecido) como autores materiales del asesinato.
Según lo investigado, Cecilio había sido indagado por el juez federal Liendo Roca y el secretario, Marcelo Bustos Arias, quienes lo procesaron por el delito “de asociación ilícita y divulgar y distribuir “material impreso con el propósito de alterar el orden institucional”.
Definidas todas las presentaciones, se realizó la lectura del requerimiento fiscal compuesto por las imputaciones de los delitos a Musa Azar, Ramiro López y Tomás Garbi, el relato histórico de los hechos y las pruebas de las responsabilidades a cada uno de los imputados. La requisitoria del fiscal afirma que Jorge Rafael Videla (ex presidente de facto) en calidad de jefe; Luciano Benjamín Menéndez (ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército), Antonio Domingo Bussi (ex jefe de la V Brigada de Tucumán), Musa Azar Curi y Tomás Garbi en calidad de organizadores y Ramiro del Valle López Veloso en calidad de participe fueron integrantes de una organización delictiva. A dicha organización le atribuyó el secuestro, la privación ilegítima de la libertad, la tortura salvaje con fines políticos y el asesinato cobarde, por la espalda, en grupo y con el objeto de ocultar los anteriores delitos”. Se sindica a Ramiro López y Enrique Corbalán (fallecido) como autores materiales del asesinato.
Según lo investigado, Cecilio había sido indagado por el juez federal Liendo Roca y el secretario, Marcelo Bustos Arias, quienes lo procesaron por el delito “de asociación ilícita y divulgar y distribuir “material impreso con el propósito de alterar el orden institucional”.
En cuanto al homicidio de Cecilio, se considera determinante el informe de peritos del EAF que al exhumar el cuerpo de Kamenetzky concluyeron que fue fusilado con alevosía, a menos de un metro veinte de distancia, por funcionarios del Estado que lo tuvieron al alcance de su mano. También, por fracturas en distintas partes del cuerpo se afirma que sufrió salvajes torturas.
Luego de la lectura, el defensor de Garbi objetó que el fiscal acusara a su defendido por homicidio cuadruplemente calificado, cuando había sido procesado por violación de domicilio, privación ilegítima de la libertad y tormentos. El abogado manifestó que Garbi obtuvo falta de mérito en el homicidio y eso fue confirmado por la Cámara de Apelaciones.
El Tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta este miércoles a las 11 horas.
El Tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta este miércoles a las 11 horas.
El primer dia del Juicio: la sala
Querellantes: Por la familia Kamenetzky: Dr. Antenor Ferreyra y Dr. Oscar Rodríguez Por la Asociación Memoria, Verdad y Justicia: Dras. Julia Aignase e Inés Lugones Por La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación: Dr. Héctor Carabajal y Dra. Bárbara Llinás Por CODESEDH: Dra. Liliana Molinari Por la Liga Argentina de los Derechos del Hombre: Dres. Rodolfo Yanzon y Luis Horacio Santucho |
Defensores: Por Musa Azar: Dr. Pablo Lauthier, defensor oficial (Tucumán) Por Tomás Garbi: Dr. Diego Lindow Por Ramiro López: Dr. Cesar Barrojo |
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